La serie de conciertos unplugged de MTV grabados en estudio produjo una buena cantidad de discos, siendo el de Eric Clapton el de más éxito y, quizá, el de más calidad. En este disco el guitarrista volvía a sus raíces de blues y mezclaba temas de su catálogo clásico con temas del género reinterpretándose a sí mismo.
El trabajo de Clapton con una banda reducida a bajo, batería y un teclado, con el énfasis en su voz y su guitarra, dándole nueva vida a temas como Layla con ritmo de Ragtime o mostrando su lado más amargo y tierno con Tears In Heaven, tributo a su hijo Conor, fallecido poco tiempo atrás. El disco ganó cinco premios Grammy y llegó a número 1 en las listas de Billboard.
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